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sábado, 13 de septiembre de 2025

Fiesta de la Exaltación de la santa Cruz - Triunfando en el Fracaso - Juan 3, 13-17

Primera lectura: Num 21, 4-9: Cuando alguien era mordido, miraba hacia la serpiente de bronce y quedaba sano.
Salmo Responsorial: Salmo 77, 1-2. 34-35. 36-37. 38. No olvidemos las hazañas del Señor.
Segunda lectura: Fili 2, 6-11: Se anonadó a sí mismo. Por eso, Dios lo exaltó.
Aclamación antes del Evangelio: con tu santa cruz redimiste al mundo.
Evangelio: Mc 8, 27-35: Es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto.
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En tiempos de Jesús,
nadie habría considerado la crucifixión un triunfo ni una victoria.
Quizás se considerara un triunfo para quienes crucificaban; sin duda,
nunca se habría considerado un triunfo para la persona crucificada.

Sin embargo, eso es lo que celebramos. Jesús, al ser crucificado, triunfó.
Fue un triunfo del amor sobre el odio.

Como dice el evangelista Juan en el evangelio de hoy:
«Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único».
Jesús reveló el amor de Dios en todo lo que dijo e hizo,
pero lo reveló con mayor plenitud en la cruz. Juan, el evangelista,
diría que en la cruz Jesús reveló la gloria de Dios.

Por eso, en el evangelio de Juan, Jesús habla de su crucifixión venidera como la hora de su glorificación.
El amor auténtico siempre da vida, y eso es algo único del amor de Dios.
Además de ser el triunfo del amor sobre el odio, la cruz de Jesús es el triunfo de la vida sobre la muerte.

Jesús fue condenado a muerte de la manera más cruel,
pero a través de su muerte pasó a una nueva vida y esa vida nos fue ofrecida a todos.
La sangre y el agua que fluyen del costado de Jesús en el evangelio de Juan
nos hablan de la vida que fluye a través de la muerte de Jesús.

La cruz ha sido celebrada en el arte como el árbol de la vida.
El triunfo de la cruz, que es el triunfo de Dios y de Jesús sobre Satanás y todas las fuerzas del mal y la muerte,
es un triunfo en el que todos participamos.
Desde la cruz, Jesús nos atrae a todos hacia el amor y la vida de Dios.
Como dice en el evangelio de Juan, cuando sea levantado de la tierra,
atraeré a todos hacia mí.
Simplemente tenemos que dejarnos atraer por él.

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               Lecturas en Lenguaje Latinoamericano TOC 24 Domingo - Fiesta de la Exaltación de la santa Cruz
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Primera lectura: Num 21, 4-9

En aquellos días, el pueblo se impacientó y murmuró contra Dios y contra Moisés, diciendo:
"¿Para qué nos sacaste de Egipto? ¿Para que muriéramos en el desierto?
No tenemos pan ni agua y ya estamos hastiados de esta miserable comida".

Entonces envió Dios contra el pueblo serpientes venenosas, que los mordían, y murieron muchos israelitas.
El pueblo acudió a Moisés y le dijo: "Hemos pecado al murmurar contra el Señor y contra ti.
Ruega al Señor que aparte de nosotros las serpientes".

Moisés rogó al Señor por el pueblo y el Señor le respondió:
"Haz una serpiente como ésas y levántala en un palo.
El que haya sido mordido por las serpientes y mire la que tú hagas, vivirá".

Moisés hizo una serpiente de bronce y la levantó en un palo;
y si alguno era mordido y miraba la serpiente de bronce, quedaba curado.

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Salmo Responsorial: Salmo 77, 1-2. 34-35. 36-37. 38 (7) R. No olvidemos las hazañas del Señor.

Escucha, pueblo mío, mi enseñanza;
presten oído a las palabras de mi boca.
Abriré mi boca y les hablaré en parábolas;
anunciaré lo que estaba oculto desde la creación del mundo.
R. No olvidemos las hazañas del Señor.

Cuando Dios los hacía morir, lo buscaban
y madrugaban para volverse hacia él.
Se acordaban de que Dios era su auxilio;
el Dios altísimo su redentor.
R. No olvidemos las hazañas del Señor.

Lo adulaban con su boca,
le mentían con su lengua;
su corazón no era sincero con él,
ni eran fieles a su alianza.
R. No olvidemos las hazañas del Señor.

Pero él sentía lástima de ellos,
les perdonaba su culpa y no los destruía.
Muchas veces dominó su ira
y apagó el furor de su cólera.
R. No olvidemos las hazañ
as del Señor.
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Segunda lectura: Fili 2, 6-11

Cristo, siendo Dios,
no consideró que debía aferrarse
a las prerrogativas de su condición divina,
sino que, por el contrario, se anonadó a sí mismo
tomando la condición de siervo,
y se hizo semejante a los hombres.

Así, hecho uno de ellos, se humilló a sí mismo
y por obediencia aceptó incluso la muerte,
y una muerte de cruz.

Por eso Dios lo exaltó sobre todas las cosas
y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre,
para que al nombre de Jesús todos doblen la rodilla
en el cielo, en la tierra y en los abismos,
y todos reconozcan públicamente que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.

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Aclamación antes del Evangelio:
R.
 Aleluya, aleluya.
Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos, porque con tu santa cruz redimiste al mundo.
R. Aleluya.
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Evangelio: Jn 3, 13-17- 
Es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto.

En aquel tiempo, Jesús dijo a Nicodemo:
"Nadie ha subido al cielo sino el Hijo del hombre,
que bajó del cielo y está en el cielo.
Así como Moisés levantó la serpiente en el desierto,
así tiene que ser levantado el Hijo del hombre,
para que todo el que crea en él tenga vida eterna.

 Porque tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único,
para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
Porque Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo,
sino para que el mundo se salvara por él''.

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Gal 6, 14
Debemos gloriarnos en la Cruz de nuestro Señor Jesucristo:
en Él está nuestra salvación, nuestra vida y nuestra resurrección;
por Él hemos sido salvados y redimidos.
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